Los cuentos y los libros infantiles son una herramienta genial para trabajar las emociones con los niños. Ser más conscientes de sus propias emociones y de las de los demás, les hará mejorar la empatía, la comunicación y la resolución de conflictos, entre muchísimos otros valores, y crecer como mejores personas.
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A continuación vamos a detallarte un poco más la importancia de educar a nuestros hijos en inteligencia emocional y te presentaremos uno de nuestros últimos cuentos personalizados, La búsqueda del tesoro, ideal para descubrir las emociones de forma original, y con una moraleja para recordar toda la vida.
Educar en inteligencia emocional
La educación en inteligencia emocional de los peques es muy importante para poner los cimientos que les ayudarán a afrontar desafíos cuando sean mayores, tanto sentimentales, como vitales o laborales.
Las pautas para lograr educar correctamente a los niños en inteligencia emocional los podríamos resumir en 4:
- Aprender a reconocer las emociones: mediante una buena comunicación es posible entender cada vez mejor qué ocurre. Habla con tu hijo de lo que siente, de las causas que le provocan estos sentimientos y cómo se pueden gestionar.
- Fomentar la autoestima: queremos que nuestro hijo o nuestra hija crezca seguro/a de sí mismo/a. Para ello puedes reforzar su autoestima de mil maneras distintas: reconociendo sus logros, valorando pequeños gestos o incluso jugando.
- Educar en empatía: es un valor fundamental para construir relaciones con las personas de su alrededor. Ser capaz de ponerse en la piel del otro y experimentar lo que el otro está sintiendo es algo que se puede aprender desde muy pequeño. Se pueden utilizar cuentos, experiencias propias, casos imaginarios…
- No sobreproteger: de lo contrario, no conseguiremos que sean personas autónomas, capaces de lidiar con sus emociones. Eso sí, debemos tomarnos el tiempo necesario para escucharles, brindarles ayuda y darles consejos, pero la responsabilidad para resolver conflictos debe ser suya.
Los cuentos para trabajar emociones
Los cuentos infantiles son unos aliados perfectos para trabajar la educación emocional. Ayudan a reconocer emociones, comprender experiencias pasadas o que están por venir, empatizar con los demás, tener un mayor vocabulario para expresar emociones, ejemplificar cómo hay que comportarse y cómo no… ¡y todo ello de forma muy entretenida!
Para que un niño o una niña se sumerja completamente en la historia y saque el máximo provecho a los beneficios de la lectura, es fundamental que se sienta identificado/a con el/la protagonista. Los cuentos personalizados son ideales para conseguirlo, ya que permiten personalizar a los personajes para que sea el propio niño o niña quien viva una historia fantástica. Su nombre aparecerá escrito a lo largo de las páginas del cuento e incluso, físicamente, se verá reflejado/a en el dibujo de su personaje, que puede, por ejemplo, llevar gafas, su peinado o tener su tono de piel.
La búsqueda del tesoro, un cuento personalizado lleno de emociones
En MiCuento estamos muy emocionados de poder presentarte La búsqueda del tesoro, uno de nuestros últimos cuentos personalizados. Es ideal para trabajar las emociones básicas, los sentimientos y las habilidades emocionales, para que así los peques vayan aprendiendo sobre ellas y comprendiéndolas mejor.
La trama plantea al niño o la niña protagonista un viaje por el mar con el objetivo de encontrar el mayor tesoro que existe en este mundo. Para descubrirlo conocerá personajes de todo tipo, que le darán pistas para seguir el camino hasta el final.
Estos compañeros de viaje son muy especiales, ya que todos tienen alguna peculiaridad en su forma de ser y el niño o la niña les mostrará toda su empatía para alegrarles el día.
Conocerá a un ogro llorón al que no habían abrazado nunca, a una sirena que siempre estaba enfadada, a unos árboles miedosos que se habían quedado sin hojas de tanto temblar, a un dragón muy tímido o a un duende aburrido. El/la protagonista será capaz de comprender a todos esos seres fantásticos y darles un abrazo, sonreírles, recitarles poemas, contarles un cuento o hacer carreras de caballitos de mar.
Al final del cuento descubrirá que el mayor tesoro son los libros, porque en ellos todos los sueños se pueden hacer realidad.