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Lectómetro: Utilidad en primaria y ejemplos divertidos

lectómetro

Tanto en las escuelas como en casa resulta muy importante realizar actividades para fomentar la lectura entre los niños y las niñas y usar herramientas que ayuden a ello. Cada peque es un mundo y mientras que a unos les encanta vivir aventuras fantásticas leyendo cuentos, a otros les despierta más interés practicar algún deporte, dibujar, jugar con muñecos, mirar la tele… ¡y todo es compatible!

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Sin embargo, hay que tener en cuenta que obligarles a leer hace que lo vean como algo negativo y generalmente crea una sensación de desapego, que es justo lo contrario que buscamos en esas edades. Es por eso que debemos dar con la mejor forma de transmitirles amor por la lectura  para fomentar su fluidez lectora y que se sientan motivados para descubrir todo lo que esconden los libros.

Hoy queremos presentarte un recurso muy útil para que los niños y las niñas se inicien en la lectura: un lectómetro.

¿Qué es un lectómetro?

Un lectómetro es una herramienta para fomentar la lectura entre los peques de 5 a 8 años y que ponen en práctica muchas escuelas, y cada vez más hogares.  Este rango de edad es perfecto para utilizarlo porque es cuando los niños y niñas comienzan a leer con más asiduidad.

Consiste en un dibujo de varios lomos de libros en blanco y negro, colocados uno al lado de otro, con el nombre del niño o la niña debajo. Cuando termine de leer uno de los cuentos, deberá pintar el lomo sobre la misma cartulina. 

En este vídeo, esta alumna de segundo de primaria del Centro Educativo Fuenllana todavía explica mejor en qué consiste esta herramienta de animación a la lectura:

¿Cuál es su utilidad en niños y niñas de primaria?

El objetivo principal del lectómetro es motivar a los niños en la lectura y animarles a superarse constantemente. Marcar objetivos trimestrales o mensuales y ver cómo avanzan sus compañeros servirá como estímulo para seguir leyendo.

En los lomos de los cuentos dibujados también se pueden escribir los títulos de los libros, de manera que el adulto y los demás niños sepan qué cuentos ha leído cada uno. ¡Incluso podemos fomentar que se pidan consejo entre ellos sobre si recomiendan leer un libro u otro!

En conclusión, se trata de una forma más de animar a los peques a que tengan ganas de abrir un cuento y leerlo cuando tengan un rato libre. Ese es uno de los motivos por lo que también recomendamos regalarles cuentos personalizados, ya que cuando ven que son ellos o ellas mismas quienes viven mil aventuras, su interés por saber cómo avanza la aventura aumenta mucho y atrapa al niño o la niña hasta el final. Además, son una gran herramienta para trabajar la inteligencia emocional de los peques y su relación con el mundo que les rodea.

Ejemplos divertidos y originales de lectómetros

El ejemplo más clásico de lectómetro es aquel cuyos libros están dispuestos uno al lado del otro en una especie de estantería y aparecen los títulos en el lomo.

Fuente: Educapeques

Aquí tienes la plantilla para imprimir, aunque es muy sencillo hacer un lectómetro propio o incluso dibujarlo con un rotulador negro sobre una cartulina:

Fuente: Educapeques

Este lectómetro es mucho más colorido e incorpora unicornios, unos personajes fantásticos que fascinan a niños y niñas y en el que se han basado cuentos tan maravillosos (¡y personalizables!) como El último unicornio y yo.

Fuente: Materiales educativos

Este divertido ejemplo de lectómetro propone que los libros se pongan dentro de cohetes espaciales y que avancen hasta el infinito y más allá a medida que los peques vayan terminando sus cuentos.

Fuente: La biblioteca de mi cole

Por último, este original lectómetro está inspirado en el famoso videojuego «Súper Mario». Los peques, en lugar de pintar los lomos de cuentos o libros ya leídos, avanzan por distintas fases a medida que terminan sus lecturas hasta llegar al castillo final.

Fuente: Pinterest

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