Iniciar a los niños y las niñas a la lectura desde que son pequeños tiene muchísimos beneficios, que van desde la mejora de su vocabulario hasta el fomento de su memoria, imaginación y capacidad de atención.
En las bibliotecas, Internet y la sabiduría popular encontrarás muchos consejos para aficionar a los pequeños a leer pero, sin duda, existe uno que no tiene discusión: hay que encontrar el momento y el sitio perfecto para que se convierta en uno de sus pasatiempos favoritos.
No hace falta tener todo el tiempo libre del mundo ni contar con una casa inmensa para ello. Como verás en este artículo, hay muchas maneras eficaces y divertidas de leer con niños, tanto si son pequeños como si ya tienen edad para empezar a leer por ellos mismos.
¿Cuándo leer con niños?
Una respuesta entusiasta diría «¡todo lo posible!» pero no es cuestión de privar a los niños de hacer otras actividades. Nunca hay que forzarlos a leer, ya que si se ven obligados a realizar alguna tarea que no les apetece terminarán odiándola y es justo lo contrario que buscamos en la iniciación a la lectura.
Los mejores momentos para leer con las niñas y los niños pequeños, especialmente los menores de 3 años, es antes de irse a dormir, tanto en la siesta como por la noche. Les ayuda a sentirse relajados, seguros y felices, tal y como asegura KidsHealth.org, ya que escuchar la voz del papá o la mamá antes de quedarse dormidos les hace sentir protegidos.
Aun así, hay otros momentos del día en los que dedicar el tiempo libre a leer un libro con los niños, especialmente durante los fines de semana. En niños mayores de 6 años, una de las opciones para jugar con los papis siempre tiene que ser leer algún cuento.
Así que ya sabes, si te dicen la mágica frase de «me aburro, ¿a qué jugamos?» siempre tendrás un as en la manga en forma de aventuras fantásticas, dibujos divertidos y risas entre padre/madre e hijo/a.
¿Dónde leer con niños?
Encontrar el sitio ideal para leer con niños es otro punto clave para crear una rutina y asocien un lugar de casa con ese momento de relax y fantasía.
Un buen rincón de lectura necesita, sí o sí, una buena iluminación, a ser posible con luz natural. También tiene que ser un lugar cómodo, ya sea un sofá con cojines tan blanditos como si fueran nubes, la cama del niño o una butaca.
Resulta muy útil que ese rincón de lectura tenga siempre varios libros disponibles al alcance del niño. De esta forma él mismo puede ir a ese espacio y ponerse a leer u hojear las páginas sin nuestra ayuda. Cuando esto pase, existe el riesgo de que se te caiga la baba ;).
Tener ese rinconcito en casa no significa que siempre haya que leer allí. A los niños les encanta jugar a tener lugares secretos y mágicos que pueden servir de escondite para contar historias de todo tipo. Por ejemplo debajo de las sábanas, con una linterna y un palo de escoba que sirva para montar una tienda de campaña se creará un ambiente de cuento perfecto.
El cuento ideal para familiarizarse con las rutinas
En MiCuento encontrarás libros personalizados para todas las edades, pero como en este artículo te hemos hablado sobre rutinas y buenos hábitos, te queremos recomendar uno de nuestros favoritos: Miffy y yo, un día genial.
Se trata de un tierno personaje que invita al pequeño lector o lectora (en edad preescolar) a conocer sus rutinas, preguntándole si hace lo mismo que él, si tiene los mismos gustos y mucho más. Al tratarse de un cuento personalizado, Miffy siempre habla directamente a quien le está leyendo usando su nombre.
Además, la persona que compre el cuento puede poner una dedicatoria en la primera página, por ejemplo deseando una vida llena de lectura y fantasía. Un libro que disfrutaréis ahora, pero que guardaréis para siempre.