El profesor y psicopedagogo Daniel Gabarró es el autor del libro «Ortografía sin esfuerzo con Programación Neurolingüística», en el que presenta un método revolucionario para aprender ortografía de forma inconsciente y al margen del estudio de las normas ortográficas.
¿Cómo se consigue? El Método Gabarró se basa en una estrategia para que los niños mayores de 8 años aprendan a gestionar la ortografía mediante la memoria visual. A continuación te resumimos en qué consisten estos ejercicios.
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Objetivos del Método Gabarró
Podemos resumir en 4 los objetivos que pretende conseguir esta metodología de trabajo que propone el profesor Gabarró:
- Reducir las faltas hasta un 80% en pocas semanas. Para ello, como verás más adelante, será muy útil analizar el punto de partida y el progreso del niño o la niña.
- Mejorar la ortografía usando la memoria visual. Las personas con buena ortografía ven las palabras en su mente y ¡por ello las dominan sin esfuerzo!
- Mejorar el vocabulario. Además de centrarse en corregir aquellas palabras que más cuesta memorizar cómo se escriben bien, se aprenden de nuevas, como sinónimos que servirán para enriquecer el vocabulario del peque.
- Primero visualización, después normas y diccionario. Cuando escribimos una palabra, su imagen debería venir a nuestra memoria visual de forma automática. En caso contrario, buscaremos una norma que la explique o consultaremos el diccionario u otro recurso similar. Después podremos incorporar esa palabra a nuestra memoria visual para el futuro.
Pasos para llevar a cabo el Método Gabarró
El Método Gabarró propone 5 pasos para mejorar la ortografía, que nosotros te resumimos para que puedas aplicarlo en casa con tus hijos.
- Haz una prueba inicial a modo de test. Puedes escribir palabras correctas e incorrectas para que el niño indique cual es la correcta, dejar espacios vacíos para que los rellenen, hacer un dictado, etc.
- Durante un tiempo (por ejemplo un par de semanas, aunque dependerá del niño), fortaleceremos su memoria visual. Es muy útil usar los colores y las figuras geométricas para relacionar qué palabras se escriben con cada letra. Por ejemplo, usando el rojo y el azul para la B y la V, el verde y el amarillo para la G y la J, etc.
- El tercer paso será dominar el vocabulario más habitual e incorporar nuevas palabras. Para ello es muy recomendable leer libros de forma atenta, fijándose en cómo está escrita cada palabra. En MiCuento encontrarás cuentos personalizables que son ideales para estos ejercicios, ya que al incluir al niño o la niña como protagonista llama su atención de principio a fin.
- El siguiente paso es trabajar las normas ortográficas imprescindibles. Como puedes observar, en este caso primero va la memorización visual y después el entendimiento de la normativa.
- Por último, se realizará una evaluación final para comprobar los resultados alcanzados después del desarrollo del método. Los ejercicios deben ser de la misma dificultad y dinámica que los del paso 1.
En conclusión, se trata de un método que propone dar la vuelta a la forma que tienen los peques de aprender en la escuela y potenciar una de las virtudes que más les caracteriza a esa edad: su memoria visual. Sea más útil o menos, propuestas como usar la lectura como ayuda para mejorar la ortografía son muy útiles y recomendables.