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Taquilalia y taquifemia

Taquilalia y taquifemia


Uno de los trastornos del habla que se trata dentro de la logopedia infantil es la taquilalia. ¿Has oído hablar de ella?

En este artículo vamos a definir la taquilalia y la taquifemia, dos palabras que se suelen confundir entre sí, aunque recuerda que solo debe servirte para conocer mejor estos trastornos. ¡El diagnóstico tendrá que hacerlo siempre un especialista! Tu hijo o hija puede presentar esos síntomas, o que a ti te lo parezca, y no tener taquilalia.

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También te recomendaremos varios ejercicios para trabajar el habla que ayudarán a los niños diagnosticados de taquilalia. ¿Sabías que los cuentos personalizados pueden ser de mucha ayuda?

Definición de taquilalia y taquifemia

La taquifemia es un trastorno de la comunicación que afecta la fluidez del habla del niño o la niña, caracterizada por una aceleración extrema en la pronunciación de palabras.

Por su parte, la taquilalia es una de las manifestaciones de la taquifemia, caracterizada por un ritmo excesivamente rápido y atropellado, además de un discurso desordenado. Por lo tanto, la taquilalia es un síntoma de la taquifemia.

En algunos casos puede existir una gran desproporción entre el pensamiento y la capacidad de movimiento de los órganos periféricos del lenguaje, de manera que el habla puede llegar a ser ininteligible. 

Frecuentemente se acompaña de otras manifestaciones similares como la disfemia (tartamudez), lo que puede inducir a confusión entre ambos trastornos.

Este trastorno termina afectando los patrones de pensamiento, escritura, mecanografía y conversación del niño o la niña, así que se requiere trabajar específicamente con logopedas profesionales para revertirlo.

Otros síntomas relacionados con la taquilalia son la fluidez verbal, el confusión de sílabas, consonantes o vocales, una incorrecta respiración al hablar, articulación imprecisa, uso de muletillas y una voz monótona y sin emoción.

Un niño o una niña con taquifemia no suele notar su excesiva rapidez e ininteligibilidad en el momento de hablar, por lo que no acumula ansiedad por el diálogo ni produce tensión muscular o movimientos asociados, lo que sí sucede en la disfemia. Aun así, aunque no sea consciente, los demás lo notan fácilmente y por ello suelen sufrir problemas sociales y académicos. 

Ejercicios para trabajar la taquilalia

Los pasos para corregir a un niño con taquilalia infantil dependen de la gravedad del trastorno; cuando es muy grave, se corrige, en primer lugar, la articulación de los fonemas y, a posteriori, las formaciones de palabras para hacer combinaciones con las vocales.

Uno de los ejercicios que realizan los logopedas es la elaboración de listas con palabras que el niño o la niña suele eliminar a causa de su problema. El objetivo es que mediante la repetición termine dándose cuenta de que las omite al hablar. 

Además de acudir a un centro de logopedia, la familia será una parte indispensable para resolver el problema, ya que hay muchos ejercicios que se pueden realizar en casa.

Las actividades respiratorias y de relajación son muy beneficiosas para los peques con taquilalia. Aprender a controlar la respiración lentamente, inspirando por la nariz y sacando el aire por la boca, es un buen ejercicio. También serán útiles los masajes, los gestos faciales y las praxias bucofaciales, como poner cara de sorpresa, sacar y meter la lengua estirada, guiñar un ojo o empujar el interior de la mejilla con la lengua.

La lectura de cuentos de forma relajada también es un ejercicio muy recomendable. Para ello, es imprescindible encontrar un libro que motive al niño o la niña y, sin duda, los cuentos personalizables serán de gran ayuda, ya que verse como protagonista de una historia mágica le animará a leer. En MiCuento encontrarás cuentos como El dragón de las estrellas y yo o El principito y yo en ediciones especiales pensadas para primeros lectores y peques con dificultades para la lectura.

Por último, también es necesario prestar atención al acompañamiento emocional, por una posible pérdida de la autoestima del niño o la niña como consecuencia de burlas, críticas o presiones externas. 

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