La conciencia de rima es una de las primeras áreas de la fonología que podemos trabajar con los niños y las niñas, ya que la interpretación de la musicalidad del lenguaje se adquiere de manera temprana.
Es por ello que, desde pequeños, les enseñamos canciones con rimas, por ejemplo con los juegos de falda para bebés y, cuando son un poco más mayores, canciones para aprender a atarse los cordones. Incluso al empezar a trabajar la comprensión lectora y la memorización, desde la escuela suele ser común aprender poesías divertidas y cortas para niños.
Psst, psst, tenemos un regalo para ti
Desde casa también podemos incentivar su aprendizaje con juegos de rimas, especialmente recomendables para niños que ya han empezado la Educación Primaria. A continuación te compartimos algunos ejemplos.
Buscar parejas de palabras que riman
Hay que dar al peque fichas con dibujos de diferentes objetos o con palabras escritas. El objetivo es que las empareje en función de las rimas (niña-piña, mano-plátano, fresa-mesa, oro-loro, etc.).
En caso de jugar con más de un niño, también se pueden dar varias tarjetas a cada uno. La dinámica consistirá en buscar al compañero que tiene la tarjeta con la que rima, un tipo de actividad en grupo muy beneficiosa.
¿Qué rima con…?
A diferencia de la actividad anterior, en este juego el niño solo recibirá una imagen. A raíz de ella, deberá pensar una palabra que rime con eso que está viendo. Por ejemplo, si en la mano tiene un dibujo de un camión, puede pensar en balón, marrón, canción, jamón…
Leer cuentos con rimas
Los cuentos rimados son elementos muy interesantes para practicar el ritmo de lectura, ya que fomentan la conciencia fonológica. Existen muchos cuentos formados a partir de rimas, pero los más originales, sin duda, son aquellos que se pueden personalizar.
Dos buenos ejemplos son Te quiero tanto, papá y Te quiero tanto, mamá. Aparte de ser cuentos escritos mediante rimas, destacan por ser unos regalos preciosos para hacer tanto a papá como a mamá, por ejemplo en el día de su cumpleaños o el Día del Padre y de la Madre. En estos libros personalizados, los peques les dicen cuánto quieren a papi y a mami, convirtiendo a toda la familia en protagonista de su propio cuento. Seguro que se convertirán en los cuentos favoritos de mayores y peques.
Cantar canciones con rimas
En casi cualquier cultura, las canciones forman parte de los humanos desde que son bebés. Solemos cantarles canciones con muchas rimas, ya que dan una musicalidad que ayuda a los peques a memorizarlas desde muy pequeñitos. Algunas de las más clásicas son Debajo un botón había un ratón, Los pollitos dicen pio,pio,pio y Que llueva, que llueva.
Cuando son un poco mayores y ya han empezado primaria, las canciones que más les gustan son aquellas que también escuchan sus papis. Muchas de ellas seguro que están llenas de rimas y estribillos repetitivos que les van a encantar. Compartir gustos musicales con tu hijo o hija es muy bonito y seguro que podéis improvisar unos pasos de baile muy movidos en vuestro escenario ficticio.
Completar la frase
En este juego, vamos a empezar una frase y el niño o la niña debe terminarla con una palabra que rime. Si necesitan ayuda, puedes darle a elegir entre varias tarjetas con imágenes.
Por ejemplo, «la rana juega con…» y el peque puede completarlo con lana, Ana, una iguana, etc. ¡Verás qué risas con las frases que se van a inventar! Sin duda, también será un ejercicio de creatividad muy original para ellos.
Busca al intruso
Elige tres imágenes, dos de ellas riman entre sí y la otra no. El peque tiene que averiguar cuál es la palabra que no rima. Para que esa palabra no se quede solita, puedes animar al niño a que le busque una pareja que rime con ella.
Las sillas
Este juego es más divertido en grupo, aunque también se puede hacer de forma individual. El adulto pide a los niños que escuchen atentamente las dos palabras que dirá. Si ambas palabras riman o terminan igual deben ponerse de pie, si no riman se deben sentar. ¡Incluso se lo van a pasar genial realizando ejercicio físico!