La forma de enseñar a los niños y las niñas ha ido evolucionando a lo largo de los años y va a seguir haciéndolo en un futuro. Los alumnos actuales son distintos a los de décadas anteriores y necesitan otros estímulos, en buena parte por la influencia de las nuevas tecnologías. Niall Ferguson, historiador y experto educativo, lo tiene claro: “no podemos seguir enseñando a cada nueva generación como a la anterior”. Te contamos más acerca de la neurodidáctica.
Entre las tendencias educativas que se abren paso hoy en día para captar la atención de los alumnos dentro y fuera de las aulas está la neurodidáctica. En este artículo te explicamos qué es exactamente, sus beneficios, las claves para aplicarla y por qué usar libros como los de MiCuento para fomentar el aprendizaje.
¿Qué es la neurodidáctica?
La neurociencia aplicada en la educación recibe el nombre de neurodidáctica. Así pues, consiste en aplicar las bases científicas que estudian el comportamiento del cerebro en el aprendizaje.
Esta definición previa, que puede resultar un poco difusa, se entenderá mejor con algún ejemplo. Gracias a la neurociencia sabemos cosas como que nuestro sistema nervioso activa determinadas zonas del cerebro cuando se está delante de un reto, que aprendemos más interactuando que de forma individual y que experimentar de manera natural mejora nuestras competencias.
Aplicar estas conclusiones en educación es lo que llamamos neurodidáctica. Desafiar a los niños y las niñas con juegos y actividades, fomentar el trabajo en equipo o potenciar la práctica por encima de la teoría son formas de optimizar el aprendizaje y hacerlo más eficaz.
Consejos para una educación basada en la neurodidáctica
Existen varias claves que definen muy bien cómo llevar a cabo una educación neurodidáctica. La primera de todas es que el cerebro necesita emocionarse para aprender. Todo aquello que esté ligado a emociones como la curiosidad, la sorpresa o la intriga genera un aprendizaje más duradero y de mayor calidad.
También es necesario aprender a través de los cinco sentidos, no solo de la vista y del oído como se ha hecho tradicionalmente. Tocar, oler o incluso degustar pueden ser parte de la enseñanza. ¿No sería una clase de historia especial si se explicaran los inicios del ser humano con incienso imitando el descubrimiento el fuego o dando a probar arándanos y frutos del bosque para ejemplificar aquello que comían los nómadas antes de hacerse agricultores?
La neurodidáctica también nos habla de un concepto muy interesante: las neuronas espejo. Son aquellas que se activan en nuestro cerebro cuando observamos el comportamiento de otras personas y facilita el hecho de empatizar con ellas.
Los juegos en equipo, las actividades artísticas, el aprendizaje mediante el razonamiento o los experimentos en vivo deben formar parte del día a día en el aula y, por qué no, también en casa, por ejemplo mediante la lectura dialógica. También es importante evitar el estrés en exceso, ya que perjudica el rendimiento del alumno o la alumna, fomentar la actividad física y adaptarse al ritmo de cada niño o niña.
Los libros en la neurodidáctica
El uso de los cuentos es también una de las recomendaciones más extendidas en la neurodidáctica. Permiten estimular los sentidos y las emociones, ya que son una forma fantástica de ponerse en la piel de otros y empatizar con aquello que viven.
Como habrá quedado claro a lo largo del artículo, el libro que lea el niño o la niña debe ser de su interés, ya que solo así despertará su pasión por la lectura y no la percibirá como una actividad aburrida o que tenga que hacer por obligación.
Los cuentos personalizados son una gran forma de introducirse en la neurodidáctica. A cualquier niño o niña le hará muchísima ilusión ver que el/la protagonista tiene su nombre, su aspecto físico e incluso que vive en su ciudad. En MiCuento tenemos cuentos personalizados para niños y niñas mayores de 6 años ideales para aprender y pasar un buen rato. Por ejemplo, ¡Vuela Alto! representa una recopilación de cartas que envían las mujeres más importantes de la historia a casa de la niña o el niño. De esa forma tan original se da a conocer a los más pequeños quiénes eran Frida Kahlo, Marie Curie, Amelia Earhart, etc. y sus grandes valores. ¡Mucho más efectivo que estudiarse sus biografías para un examen!