La técnica del volcán es una herramienta muy útil a la hora de trabajar el autocontrol en los niños, especialmente gracias a su sencillez. Los niños y las niñas, incluso los/as más pequeños/as, entienden el símil entre la erupción de un volcán y la ira descontrolada que a veces experimentan.
Esta técnica se puede poner en práctica tanto en casa como en la escuela. Se trata de dos entornos en los que los peques interactúan con otras personas y se enfrentan a situaciones en las que no saben cómo reaccionar, pudiendo llegar a perder el control, expresando su frustración, ansiedad o enfado de forma alterada.
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Igual que anteriormente te hemos explicado en qué consiste la técnica de la tortuga y para qué sirve el bote de la calma, hoy te presentamos la técnica del volcán como forma de trabajar el autoconocimiento emocional y el autocontrol en niños y niñas.
¿Qué es la técnica del volcán?
La técnica del volcán consiste en hacer tomar conciencia al niño o la niña sobre cómo se produce un enfado y cómo puede evitar perder el control. Para ello se usa un volcán a punto de erupcionar como ejemplo, cuyo objetivo debe ser evitar el estallido y que la lava se derrame.
Pasos para llevar a cabo la técnica del volcán
Paso 1: Explicar al niño o la niña qué es y cómo funciona un volcán. Para ello se pueden usar imágenes y vídeos. Es importante que se fijen en que primero se produce un temblor, que precede a una erupción de lava. La clave del autocontrol está en reconocer ese temblor previo.
Paso 2: Identificar las emociones. Hay que ayudarles a entender qué situaciones les hacen perder los nervios. Puede ser muy útil escribir una lista.
Paso 3: Reconocer qué sienten en ese momento. Una forma más entretenida de hacerlo es dibujar varias gotas de lava en un papel y escribir dentro palabras, comentarios o frases que hacen enfadar al peque y que «su lava interna» vaya subiendo por el volcán.
Paso 4: Tomar conciencia del enojo. Para ello dibujaremos un volcán con una línea horizontal en la mitad. Cuando esas palabras que hemos escrito en el paso anterior lleguen a la mitad del volcán hay que evitar que sigan subiendo. El objetivo es no entrar en erupción.
Paso 5: Contar hasta diez y respirar. La mejor forma de evitar que la lava siga subiendo es contar poco a poco hasta diez y controlar la respiración, con inhalaciones y exhalaciones profundas. También puede ser útil lavarse la cara o salir del aula un momento.
Fuente: Avanti Psicología
El valor de la técnica del volcán en niños y niñas
La importancia de educar a los peques en inteligencia emocional reside tanto en entender y saber tratar a los demás como a uno mismo. En el caso de la gestión de la ira y las rabietas, los niños y las niñas necesitan saber que es normal enfadarse en ciertas ocasiones, pero resulta fundamental que eso no genere comportamientos inapropiados.
La técnica del volcán es un recurso muy útil y fácil para que les venga a la cabeza qué tienen que hacer cuando ocurre una situación tensa. Seguro que les será más sencillo de recordar si visualizan el volcán que han creado junto a las gotas de lava de aquello que les hace enfadar.
Además, esta técnica no termina cuando ha pasado el momento de irascibilidad. Cuando los peques estén más relajados y el volcán se encuentre en calma, hay que analizar si las soluciones que se han encontrado ante el conflicto han sido buenas.
Para practicar, podemos inventarnos situaciones que puedan alterar al niño o la niña o incluso inspirarse en los cuentos. Los libros personalizados son ideales para este tipo de actividades, ya que al ser ellos mismos los protagonistas de las historias, los peques se identifican mucho más con todo lo que ocurre en ellas.
Si quieres saber más sobre cómo gestionar el enfado en niños y niñas, descubre consejos de las expertas Míriam Tirado y Àngels Ruiz en el tercer episodio del Podcast de MiCuento, «Crecer con cuentos».
Por último, recuerda que los niños y las niñas no nacen con la capacidad de autocontrol, así que tienen que trabajarla con el tiempo. Ten paciencia y proporciónales trucos y técnicas, como la del volcán, que les ayuden en los momentos que más lo necesiten.
